Manipulaciones sobre prostitución en los medios de comunicación

Los días 21 y 22 de mayo de 2018, mi compañera Ariadna Cases y yo fuimos invitadas al Simposio Internacional Prostituciones mediatizadas, donde tratamos la manera en que se aborda la prostitución desde los medios de comunicación

"Cuál es la primera imagen que nos viene a la cabeza cuando escuchamos la palabra "prostituta"? Seguramente sea la de unas piernas con tacones rojos y medias de red en una esquina. ¿Y cuando pensamos en prostitución? Tal vez en alguna mujer vulnerable en el cuarto de un hotel con un perverso cliente que le hará lo que él desee." María Riot


Cuando la prensa trata el tema de la prostitución, lo relaciona directamente con la trata, generando una conciencia colectiva de pánico moral. Los titulares de prensa fomentan esta imagen con sus falsas estadísticas: nunca hablan del informe de la ONU, que indica que es un 14% el que está en situación de trata. Tampoco se menciona el informe GRETA, que denuncia la falta de estadísticas fiables. Nunca hablan de cómo ese 90% fue un dato de la CNT (de fuente desconocida, por cierto) que rescató Mabel Lozano.

Pero la imagen sobre prostitución que fabrican los medios de comunicación no se limita a la prensa. Tenemos que tener en cuenta también las campañas del gobierno, como por ejemplo "No inviertas en sufrimiento", que criminalizan al cliente. Estas campañas, que se supone que defienden los derechos de las mujeres, en realidad fomentan lo contrario. Ya indica el informe GRETA que, cuando se multa al cliente, la prostitución se clandestiniza y la trata es más difícil de detectar y desarticular. Tampoco mencionan que, como indica Helena Maleno, en ningún país se han erradicado ni la trata ni la prostitución, sea cual sea el modelo que hayan implantado: de nada sirve, pues, la multa al cliente.

Este tipo de campañas suele utilizar imágenes completamente cosificantes de las mujeres: las presenta, por ejemplo, enlatadas, fomentando un imaginario visual de mujer indefensa. Con esto, ¿qué mensaje educativo enviamos a la sociedad y a los menores de edad? Éste es, precisamente, el cuestionamiento con el que, desde el discurso abolicionista, se suele condenar nuestra publicidad ya que, según ellas, cosifica a las mujeres. Pero, por otro lado, se publicitan imágenes degradantes de mujeres enlatadas y envasadas. Se critica el porno, pero se hace esta especie de pornografía morbosa de las mujeres que han sido víctimas de mafias y esclavizadas.


Asimismo, el tratamiento de las víctimas de trata que hace la prensa es deshumanizante: no respeta su privacidad. La cámara enfoca directamente sus caras. Importa más fomentar este morbo y el pánico moral a nivel social que el bienestar y la integridad física y psíquica de las mujeres que han pasado por una situación de trata. La prensa muestra sus rostros: se afana en retratar que existe la trata. De lo que nunca habla la prensa, sin embargo, es de la falta de derechos bajo la que se encuentran las mujeres que están en situación de trata: cómo, para obtener el más mínimo derecho (protección) se ven obligadas a cooperar con la policía, denunciar al tratante y poner en peligro sus vidas y las de sus familias.

¿Sirve de algo esta falta de respeto a las víctimas de trata que representa su exposición pública? ¿Sirve de algo, este fomentar el retrato morboso? No: en nada contribuye a sus derechos. Al igual que emplear el término "prostituida", refiriéndose a todas las personas que estamos en el mundo del comercio sexual: ya sea a las víctimas de trata o a las trabajadoras del sexo. Para empezar, este término no distingue entre mujeres que se encuentran en una situación forzada de aquellas que ejercemos libremente -dentro de los límites que en este sistema podamos entender como "libertad"-. Asimismo, esta igualación en nada ayuda a las víctimas, pues no visibiliza la realidad y las soluciones que ellas necesitan (protección y derechos). En tercer lugar, se trata de un término que tampoco respeta a las víctimas de trata.

Sucede lo mismo cuando se equipara prostitución y violencia de género: si directamente se nos concibe como personas violentadas, ¿qué importancia le dan a nuestro consentimiento las personas que así nos nombran? En esta línea están los argumentos que afirman que nosotras fomentamos la violencia, ya que permitimos el acceso de los clientes a nuestros cuerpos y, con eso, educamos a los hombres para que accedan al cuerpo de sus mujeres cuando ellos consideren. Si la importancia del consentimiento se había esfumado cuando nos comparaban con mujeres maltratadas, ahora también se evapora, ya que no tienen en cuenta que, precisamente porque hay un consentimiento, no se trata de violación.

De esta manera, la prensa olvida también la importancia del consentimiento cuando habla sobre prostitución, equiparándola a violación. Y, por una curiosa ecuación, pasa del extremo de considerarnos víctimas violadas a las que hay que rescatar al extremo de reproducir y legitimar el discurso de quienes realmente nos han violado.

Esto puede verse claramente cuando comparamos el caso de la manada de Pamplona con el de la manada de Murcia.

En el caso de la manada de Pamplona, la prensa se posiciona a favor de la víctima. Así, muestra las concentraciones que tuvieron lugar en contra de la sentencia, se hizo eco del descontento de la gente, habló de los vídeos que evidenciaban que la víctima no dio su consentimiento y mostró las caras e identidad de los violadores. Así lo muestran los siguientes titulares: "La manada: Pamplona conmocionada a la espera de la sentencia" (La Vanguardia); "Juicio de la Manada: los vídeos demuestran que la víctima no consintió" (El Periódico); "Tercera manifestación en Pamplona contra la sentencia de la manada" (El País).


En cambio, en la manada de Murcia se hacen eco de la voz de los violadores. Tenemos los siguientes titulares: "La manada de Murcia niega la violación en grupo de una mujer porque era prostituta" (Público); "La manada de Murcia queda en libertad y asegura que no hubo violación porque la chica era prostituta" (20 minutos). Esto demuestra que repiten el discurso de los agresores, en lugar de dar voz a la víctima y al feminismo pro-derechos. O, en otras palabras, construyen un imaginario colectivo en que no exista la indignación ante la violación a una prostituta. Y, así, dividir a las mujeres entre aquellas mujeres que merecen ser protegidas y cuyas violaciones atraviesan a toda la sociedad y las mujeres que somos ignoradas para dar más credibilidad a nuestros agresores.

No obstante, este discurso mediático de que la violencia es inherente al ejercicio de la prostitución (discurso que, por cierto, ayuda a normalizar la violencia contra nosotras) no se limita a la prensa: una plataforma como Feminicidio también lo reproduce. En esta plataforma podemos ver cómo se contabilizan las muertes, por ejemplo, "en contexto de intimidad oficial", "en contexto de intimidad no oficial" y, al mismo tiempo, las muertes "POR prostitución". Así, Feminicidio da a entender que la causa de ciertos feminicidios es el ejercicio de la prostitución. Podemos ver cómo el discurso abolicionista está repitiendo la lógica patriarcal y, con ello, nos expone a la violencia, pues alimenta ese prejuicio por el cual lo normal es agredir a una prostituta.

Pero, por si no fuera suficiente con esta normalización de la violencia hacia nosotras que llevan a cabo la prensa y el abolicionismo, hemos encontrado otro ejemplo donde se invisibiliza esta misma violencia. El artículo de el Diario "La manada de Murcia y otras violaciones" habla del tiempo que tardó la víctima de la manada de Murcia en denunciar su violación. Las autoras analizan cómo la justicia patriarcal anula la capacidad de las mujeres a la hora de denunciar una agresión, ya que hace que nos sintamos culpables de nuestras propias violaciones. En este caso, la víctima iba a verse cuestionada por cosas como qué hacía bebiendo a solas con un grupo de desconocidos. Sin embargo, el desenlace, para las autoras, es el siguiente:

"Aunque algo está cambiando, esta cultura patriarcal empieza a resquebrajarse. El feminismo desde hace décadas en pie de guerra lucha por algo tan obvio como que las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres en todos los ámbitos y estamos saliendo a la calle a gritarlo. Y ella ha oído esos gritos y se da cuenta que no está sola, que otras mujeres (y algunos hombres) la acompañan, el feminismo la acompaña. ¡La calle y la noche también son nuestras!" (Movimiento Feminista de Murcia).

A nosotras, como Trabajadoras Sexuales Feministas, esta manera de analizar los hechos nos parece bastante criticable. Porque, por un lado, se acusa a la prostitución de fomentar la cultura de la violación: desde el abolicionismo, se nos culpa de las violaciones a las demás mujeres y se normalizan nuestras propias violaciones, al afirmar que nuestro trabajo consiste en "dejarnos violar por dinero". El abolicionismo, como vemos en el caso de Feminicidio, naturaliza que se nos asesine... por putas. El abolicionismo alimenta esa falta de empoderamiento que sentimos las prostitutas cuando se nos agrede, ya que repite el discurso por el cual deberíamos sentirnos causantes y culpables de nuestras agresiones. Pero cuando solas, naufragando en nuestro estigma, sin apoyo ni de la sociedad ni de las abolicionistas, por fin nos empoderamos y decidimos que padecer agresiones no es nuestro destino por ser prostitutas, cuando por fin denunciamos una violación, entonces ese feminismo que nos acusa de escuela de la desigualdad calla todo el desprecio con el que nos anula como personas y se cuelga la medalla: nos hemos empoderado gracias a sus manifestaciones.

Hay que destacar que las Periodistas del 8 de Marzo firmaron un manifiesto para que la prensa tuviera en cuenta las revinidicaciones del movimiento feminista. Esto no se refleja, en ningún momento, en el altavoz mediático del que han gozado los violadores de nuestras compañeras, ni en la falta de eco mediático que tiene el movimiento pro-derechos.


Bien al contrario: cuando la prensa trata el tema de la prostitución, se escucha y se da voz a José Nieto, jefe de la UCRIF, unidad que trata los casos de falsedad documental e investiga casos sobre trata pero que, al mismo tiempo y como sabemos, se dedica a propinar un trato vejatorio y a asfixiar con multas a las compañeras que captan a su clientela en la calle. Resulta que, a su vez, José Nieto es el principal informante de Mabel Lozano, a quien se le está concediendo más credibilidad en el tema de la trata que a un grupo de expertos como es el grupo GRETA. Y, en ningún caso, se le da voz ni credibilidad al movimiento pro-derechos. Por ejemplo, en el programa de Jordi Évole (Salvados) salió Amelia Tiganus para hablar de trata, pero no salieron Genera o APDHA, que trabajan con víctimas de trata y, a la vez, son pro-derechos.

Cuando las trabajadoras sexuales intervenimos en los pocos programas a los que nos invitan, siempre hay problemas. Por ejemplo, tras el paso de Paula VIP por Verde Blanca Verde, este programa fue clausurado. Asimismo, la entrevista a Lucía Fernández en la COPE ha desaparecido de la red: el link ya no se encuentra disponible. El vídeo de Hola abolicionista  tampoco ha salido en ningún medio mediático.

Para finalizar, queremos citar una frase de Malcolm X: "Los medios de comunicación son la entidad más poderosa de la Tierra, ellos tienen el poder de hacer culpable al inocente e inocente al culpable y éste es el poder porque ellos controlan la mente de las masas."


Por eso queremos apelar al sentido de la responsabilidad de las personas que conformáis el cuarto poder. La prostitución no es una cuestión ideológica y la aplicación de las políticas abolicionistas acaba provocando incluso la muerte de las mujeres. Invisibilizar esta violencia es aliarse con el patriarcado.


FUENTES:

20 minutos (2018). " 'La Manada de Murcia' queda en libertad y asegura que no hubo violación porque la chica era prostituta". 20 minutos. En https://www.20minutos.es/noticia/3336302/0/manada-murcia-libertad-violacion-chica-prostituta/

Agencias (2018). "Tercera manifestación en Pamplona contra la setencia de la Manada". El País. En https://elpais.com/politica/2018/04/28/actualidad/1524927285_823116.html

Albalat, J.C. (2017). "Juicio la Manada: Los vídeos evidencian que la víctima no consintió". El Periódico. En https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20171121/juicio-violacion-sanfermines-2016-la-manada-pamplona-6438937

Castro, N. (2018). " 'La manada de Murcia' niegan la violación porque la mujer era prostituta". El plural. En https://www.elplural.com/sociedad/la-manada-de-murcia-niegan-la-violacion-porque-la-mujer-era-prostituta_127555102

Lecumberri, J. (2018). "  "La Manada": Pamplona conmocionada a la espera de sentencia". La Vanguardia. En https://www.lavanguardia.com/local/paisvasco/20180425/442986362575/pamplona-juicio-la-manada-sentencia.html

Movimiento Feminista de Murcia. (2018) "'La Manada' de Murcia y otras violaciones". El Diario. En https://www.eldiario.es/murcia/murcia_y_aparte/Manada-Murcia-violaciones_6_769983010.html



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